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Biomasa, la energía del futuro
Todas las personas y personos que integramos Revillita Fan Club
somos amantes de la Naturaleza y mostramos una preocupación lógica
por el cuidado del Medio Ambiente. Reconocemos que durante las
últimas décadas, el ser humano está produciendo energía a base de
consumir grandes cantidades de combustibles fósiles, que son muy
contaminantes y están dañando nuestro planeta. Por ello, Revillita
Fan Club impulsa el empleo de energías como la biomasa, que
aprovecha mejor los recursos naturales. A continuación publicamos el
trabajo de uno de nuestros socios, el profesor Herbert von Straumann, Doctor en
Ingeniería Química, en el que explica los fundamentos de la biomasa
de una manera didáctica y exenta de prejuicios.
Introducción y breve bosquejo histórico, a modo de bosquejamiento.
Cuando se produjo la primera crisis del petróleo (en 1618
aproximadamente), cundió la preocupación en las potencias mundiales
sobre la duración de las reservas energéticas del planeta. Es
célebre la frase del entonces Presidente de los Estados Unidos de
América, Thomas Jefferson: "ya verás como esto se acabe...". En
aquella época, el combustible más usado era la gasolina, que se
empleaba para el transporte aéreo, naval, automoción, etc., aunque
las carreteras eran muy malas y todo era pinchar y venga de pinchar.
Y eso que las ruedas eran de madera. Una vez que los dirigentes de
los países más avanzados se decidieron a buscar soluciones, lo
primero fue echarle la culpa a otro, y tuvieron que invadir varios
países de África para que se fueran enterando. Porque claro, los
africanos, con la excusa de que ellos no consumían petróleo, lo que
hacían era no poner interés, y eso ni es democrático, ni es
solidario ni es nada. Tras darles un repaso a todos esos cabrones,
se creó una Comisión Energética Mundial formada por setenta
parlamentarios de varias nacionalidades, que estudiaron cuáles eran
los malos hábitos en el consumo de energía, y tras catorce años, se
llegó a la conclusión definitiva, que decía así: "Entodavía no lo
tenemos claro. Si nos metéis prisa, no hay manera." Se estableció
una prórroga de otros quince años, y al terminar ésta en 1651, se
publicó el informe final, que decía textualmente: "Lo de la crisis y
todas esas tonterías, no va bien. Hay que arreglarlo." Teniendo ya
las ideas claras, se iniciaron varias rondas de consultas con
científicos, biólogos, geólogos y un profesor de rumba muy simpático
que siempre iba en bici, y se acordó de forma unánime que era
imprescindible potenciar el desarrollo de la biomasa.
¿Qué es la biomasa y toda esa mierda?
Esto es cosa de los americanos, seguro. Se define la biomasa como
una mezcla de trozos de madera, residuos de poda, rastrojos diversos
y estiércol. Según las proporciones, hay varios tipos:
a) Si el contenido de madera es superior al 50% de la masa total, se
denomina "biomasa con mucha madera".
b) Si el contenido de madera es inferior al 50% de la masa total, se
denomina "biomasa con menos madera que la otra"
c) Si el contenido de estiércol es superior al 90% de la masa total,
no se denomina de ninguna manera y salimos corriendo, porque
aguantar ese olor es de cabestros integrales.
Bien, una vez conocida la composición de la biomasa, es conveniente
saber cómo se procesa. Nosotros no tenemos ni puta idea.
¿Qué combustibles podemos obtener de la biomasa?
Quizá en esta cuestión reside la clave del éxito de la biomasa en el
mundo actual, puesto que contiene ácidos grasos de los que se
obtienen hidrocarburos similares al gas-oil, que pueden ser
utilizados para calefacción y motores de combustión en muchos tipos
de industria, grupos electrógenos, etc. En un reciente estudio del
prestigioso diario El Confidencial de Calasparra, se comparó un
generador convencional accionado por gas natural y otro accionado
por biomasa. Los resultados fueron muy esclarecedores, ya que el
primero obtuvo un rendimiento del 74%, mientras que el accionado por
biomasa llegó al 11%. Según explicó el Jefe de Desarrollo de
Biomasas Viuda de Gómez e Hijos, "Sí, el rendimiento es menor, pero
hemos quemao un montón de mierda que nos estaba ocupando sitio en el
patio." Datos que colocan a la biomasa en un lugar de privilegio
dentro del mercado energético.
Por otra parte, mediante fermentación se obtienen alcoholes que
pueden utilizarse en motores de los coches actuales, sin una pérdida
apreciable de potencia, para que los coches corran igual y la pasma
pueda seguir multándonos. Esto sí que está bien pensado, cabrones.
¿Genera la biomasa subproductos aprovechables?
En efecto, el subproducto más destacado es el abono para cultivos,
especialmente indicado para terrenos calizos, donde se recomienda
plantar verduras y hortalizas como lechugas, alcachofas,
termostatos, etc. Ahora bien, es muy importante echar el abono
cuando la tierra está húmeda y puede absorberlo correctamente (para
ampliar información sobre este asunto, recomendamos leer el libro
"Abone correctamente con biomasa en 10 lecciones", publicado por
Editorial Cabestros de Hoy).
¿Es la biomasa una energía renovable?
Excelente pregunta, por eso nos la hacemos nosotros mismos. En
primer lugar, para acotar el espacio de trabajo y evitar
controversias inútiles, debemos asumir que una energía renovable es
la que se renueva, y no otra cosa como puede ser un sacacorchos o un
sillón con orejas, que se acaban gastando y hay que comprar otro. Es cierto que estos aparatos giran si les damos
vueltas, pero eso no les hace renovables. Bien, una vez admitida la
definición, no cabe duda de que la biomasa es una energía totalmente
renovable, ya que en nuestro planeta siempre va a haber madera de
sobra, porque hay árboles por todas partes, incluso en los parques.
Por tanto, siempre tenemos dónde ir con la motosierra y coger madera
sin molestar a nadie. En eso, y no en otra cosa, consiste el
verdadero ecologismo, en cuidar nuestro planeta de un modo
sostenible e ir cortando lo que molesta para sacarle un rendimiento.
¿Cuál es el futuro de la biomasa en el contexto energético actual?
Hasta hace pocos años, la biomasa era la energía del futuro. Ahora
bien, la aparición de la energía eólica le ha restado protagonismo,
sobre todo tras el desarrollo de aerogeneradores cada vez más
potentes y eficaces, porque una cosa hay que dejar bien clara, los
aerogeneradores no parecen gran cosa, pero están todo el tiempo
venga de aerogenerar, con lo difícil que es eso. Por tanto, se ha establecido un
duelo apasionante y de momento muy nivelado entre dos modos
distintos de entender la generación de energía, ambos válidos si
sabemos aprovechar las circunstancias a su favor. De este modo, las
zonas que dispongan de vientos más fuertes y regulares potenciarán
el uso de la energía eólica y evitarán el ping-pong al aire libre,
mientras que las que tengan más madera y estiércol, encontrarán en
la biomasa una solución energética inmejorable.
Y después de la biomasa, ¿qué?
Seguramente, cuando la biomasa esté funcionando bien, protestará
algún gilipollas y habrá que inventar otra cosa. Lo de siempre.
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